SIN MANIFIESTO, SIN PREMIO PT.2
- Andrés Morales Montenegro
- 10 mar 2018
- 7 Min. de lectura
¿Quién tiene estrés por un trabajo en este momento?. El insomio de esas clases en cualquier universidad. Sólo hay algo que puede salvar la fiesta. Es el final de una noche. El estrés de estar bajo la ducha en el apocalipsis de otros. Conductores bajo la tormenta. Se desperdicia eso. En este mundo en el que nos arrojamos. Barriendo estupidos hechos con los lentes de dios. Todas las grandes apuestas de signo lingüistico. Pero, conservo mi sitio. ¿es así? En la avenida en donde soy el asesino, y el que injuria, vocero de zorros y alacranes. No hay temor en admitir que uno se prepara para lo peor. Y que uno prefiere esto a morir que morir bajo los cánceres que nos limitan. Y que nos hacen parecer tan acertados ante nosotros mismos. Manzarek, te debemos los cuchillos. Pues, sin el vacío en la ecuación, habría que tomarse las cosas un poco menos. Camina hacia el hecho. Tú. Tesla sugiere poner la bomba en el centro del poema. Su ano. El culo de lo conocido y lo que conocerá. En las casa en que hemos crecido, un viejo intruso de cuerdas recorre los cuartos. Y es tan cierto que escucho la electricidad detrás de sus conductos. Te aviso que hay interruptores que están sonando mientras duermes. Bajo estridentes hercios de numeración morada. Es la herida de tus símbolos. De tus años de contemplar en la oscuridad. De respirar la fragmentación en tiempos. Bajo estridentes asomos de efectos físicos, emanados por Tom Waits. Everybody is talking at the same time. Electricidad mortal. Efectuada por Captain Beefheart, el personaje surreal. Rítmo para personas con pata de palo. Desquicia, desquicia, así voce me mata. Así creces de las ganas de colocar la bomba en medio de canciones y anuncios, canciones y anuncios. Carga de la protenía circular, digerida por vía auditiva. Pero alguien asiste a una gran ceremonia, sin enterarse que los switch están sonando. Habla de un momento al que la humanidad ha llegado. Un linaje al que puedes acceder, sin importar tu raza o religión, cultura o contracultura. Es un privilegio no escuchar el switch. Viajar por el switch, sí. Está escrito en tu credo. Vivir, dormir, morir, bajo la INCLUSIÓN. Seamos parte de este gran mundo. Ya te pierdes solito en la nube de electrones y suena una yuca en tu tobillo izquierdo. Reacomodado algo para que mañana camines a esa banca en el centro donde, tomándote una cerveza, viste que se acercaba un anciano, y no evitaste mirarlo bien fijo. Y él no pudo evitar mirarte bien fijo. Se sentó. Y quiso empezar a darte lástima. Pero entendió algo. Después te contó que había estado en una cárcel por mucho tiempo. Te contó sobre un juego horrendo que él tenía allí. En donde entraba a la celda de un viejo depravado, a jugar los dados. Oigase bien. Los dados. El juego horrible que este hombre me explicó. Donde se disputaban privilegios. Si yo perdía, me podía dar por el culo. Pero, si ganaba ... A veces, cigarrillos. A veces, dinero. A veces, ¿qué? eso no me lo contó bien. Tal vez, nada, porque perdió hartas veces ese viejo marica. Y ya me hace tener la sonrisa de ese día. Perdía muchas veces, pero un día le ganó. ¿Será ese mismo día en que Juan Manuel Arango escribió sobre esto? ¿Será ese ruído de la 7ma y sus transeuntes especulativos, similares a estos lectores que se preocupan por verificar que se habla de dioses olvidados en una banca? Electricidad es en lo que ando, mientras hablo con mi padre. Con mi hijo. Con un anciano violado por los dados. Hablo con El Espíritu. Pero ¿Quién es la dueña de este circuito? ¿Quién escuchara que rezongas y resoplas mientras duermes? ¿Quién gana un oscar? ¿Quién tiene que pelar culo? Atender a la pregunta de un sabio. Una pregunta que sin duda, hará que los vientres y los dados vuelvan a tener algo que ver... ¿Quién recarga tu batería? daosddadosdoadosdodasdadosdadsosdadosdoaaodsdadosdasdoasodosdaoddoosdadao Conservo mi sitio en ésta discusión: El de un muchacho clase media, que no luchó nunca por nada, pero tiene nada, y desperdicia eso. Mientras los adultos tienden la cama, y salen de allí. Y el de ser hermano de una bella mujer, con una inteligencia práctica más desarrollada, y un conocimiento de lo que puede lograr más alto que el mío. En este cuarto resueno, e irrumpo en mi vagina genuina. Soy la mamá de este niño. No quiero que él muera. Que me le pase algo hoy a mi hijo. Yo podría entender lo que él me dice pero si fuera otra persona, pero como es mi hijo, no sé cómo tomarlo. Entonces, es cierto que no puedo sentir las cosas así. No tengo un útero, ni tuve una gestación. Pero todo se dice conversando chevere. Con la mami, se puede hablar. Se entiende que es muy dificil conocerse con las personas en que se ha sedimentado el hogar. Piezas, en apariencia, cercanas, que resaltan en destellos de lejanas sombras, espejos, diálogos. Y la distancia estática me hace imposible notar cuál es la realidad íntegra. Quién es esto, de lo que se habla. Porque si tanto influye en todo, ¿no se debería uno percatar de su designio y querer asimilarlo? A mí esto me parece un asunto más importante que ganar un poco de dinero. Igual tambien estoy ganando dinerín. Parce, es que hay que moverse en esto, y sacudirse el personaje muerto. Responder al llamado de lo físico, lo lógico, lo práctico tambien. Yo lo sé. No por hablar como un loco, dejo de serlo. He enloquecido por algo. Y hay piezas que continuamente se abren en nombres y sitios cercanos. Donde está manifiesto el mundo que llevo aquí. Estoy con ustedes, no he enloquecido a la última burra de Montería. Todavía me dejarían entrar al estreno de mi libro publicado, pues no vivo en la acera y ando descalzo por mi poesía. ¿Sabes quien eres? un amigo para lo mal gestado, eternamente vivo. Y unos ríos, animales y designios que nunca tuvieron otro lugar en tu familia, más que de viñedo. En donde extirpaban tus vaginas, y consumían tu infantil gemido femenino, Jattin. Mi amigo, voy por ahí con tus versos, en la aparencia de alguien que posee pensamientos cercanos. Será que así se organizan los pájaros en el cable de nuestra vista. Preguntarán si estoy consciente de que estas sustancias deformarán tu visión del mundo. La más Nominada hoy es "Shape of Water". Y no se arranquen de contexto. Y de esa desnudez, nacen insanas instituciones para hacer caer las paredes de vidrio. No, padre, no estaba drogado cuando me miraste a los ojos y dijiste que lo veías. No, madre, después de escuchar tu dolor, sigo acudiendo a este cuarto que me dieron. Aquí, me siento menos expuesto a lo que conozco. Aquí, se han instaurado pesadillas infantiles sin censo. ¿Cómo poseerlas todas en una gran candidatura a la presidencia? Esa es la pregunta que me hago con todo este poder volcado hacia mí. Y no parezco ser el indicado para liderar mi país. Y encerrado en la mixtura de los líquidos, no me vayan a arrancar de contexto, pues no lo hay. No lo tengo, y no. Nada. No es Nadaísmo. Eso es colombiano. Ya basta de intermediarios, robando la fifa fruta. Reclamando lo que no nació. Jojoy jojon. pun preten tiontulus yo. Desenvainar: oigan qué bonito verbo nos dimos. ¡Tú debes ser ese que desenvaina la guerra, no la espada! ¿Ves hacia dónde apunto?
Es tu opción esto, así que tu enemigo es la saldada muerte. Y ¿es la saldada muerte, acaso algo a lo que intervienen más cuerpos? No, precisamente. Yo me mato, porque en este país, lo aprendí. Si muero por fuera de mis manos, alguien se está cargando la batería, pero yo ya estaba bien indigesto. No me podrá soportar afuera de mí. No podrá soportarme dentro de sí. Es el viejo juego, no quisieras escoger tú la trampa y darles la razón en algo. No quisieras ni escoger tú la trampa, ni darles la razón en algo. Estar bajo esta ducha es, entonces, más serio que escoger un enemigo. Cierra la ducha, o entreciérrala y quémate los hombros. Es que somos bien dobles en la manera como operamos. Y hay asuntos que, para uno poder divertirse con la luz del sol, de vez en cuando, se esconden detrás de nuestro dedo. Uno, haciendo estragos, sí. Si no es un pene chiquito, es una intención diminuta. No, no me da vergüenza ponerme en esto, hoy. Pues no tengo un estudio. No tengo una carrera. Padezco sólo el vapor de quien cierra la ducha, se viste con el compendio de lo que ha dicho y indaga sobre cómo operar. Sin dejar que se pierda lo humano. No hay que perder naturalidad por el hecho de escribir qué o qué, si se escribe a diario todo eso otro, claro, en nuestra página de intimidad revertida. Y nos hemos hecho sabios en eso. Si no tuviese ésa habilidad de salirme, estaría allí aún, pues uno va bien libre de gluten. Expertos en fragmentarnos y adquirir lo que tanto deseamos. Todo lo que somos. Hoy quisiera poder cerrar los ojos e irme. Pero soy un cuarto. ¿Cómo hacerlo? No quiero los hilos rojos hoy, Astro Mántica. Y, es en serio que, ahora después de releerlo todo me asombro de lo último escrito. Pues, sí. Cómo haber entrado en tan tremendo lío sin inimaginarmelo, es algo que no se bien. Pero que el cuarto lo entendió, lo entendió. El medio. El entero. Me gustaría escapar de Andrés para saber bien qué hacer conmigo. Pues me tienen bien ignorado. O es que así ¿yo vivo? No. No es así. No vaya por ahí. Mejor siéntase redescubrierto por América Latina, el nuevo continente. ¿Cómo así? ¿En serio? Ah, no, era un chiste. Ya se puede bajar el gatillo. Pero, ¿cómo hacerlo? Sin tan sólo alguien supiera cuál es el arma. Pues me tienen bien ignorado, tanto, que éste puede andar y ser por ahí un misógeno sin saberlo. Ese el chiste del día. Lo harán el chiste del día. A mí, no me da risa. Soy una mujer. ¿Qué es lo dificil de entender? ¿El coito? Pero, si eso sería darle la razón a Freud, por Dios. No lo hagan. Basta de querer indagar sobre esto. Soy una niña. Un parque. Un sótano. Un placard. Un cuarto. Un medio. Un entero. Un pipí. Un pí. Pí.
Artista de 22 años de la ciudad de Bogotá. Localidad, Kennedy. Músico y cantautor, vinculado a la agrupación musical Leo le gris. Estudió Licenciatura de humanidades e idiomas, en la Universidad Libre. Interesado en la vocación literaria. Realiza hasta sexto semestre y abandona el programa. Orientado, en el aprendizaje empírico y el trabajo en procesos de cultura. Por primera vez presenta su escritura última, en esta sección. E introduce un ejercicio de subversión, que busca contagiar la vocación por la escritura.
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